La Visita en San José

17.05.2011 17:06

Tito Ochoa, el Teatro Memorias y la Visita de la Vieja Dama en San José

 

Juan Moreno

Fue a las ocho de la noche  del  recién pasado viernes 18 y sábado  19 de este mes de febrero que el Teatro Memorias, bajo la dirección de Tito Ochoa, presentó exitosamente “La Visita de la Vieja Dama”, obra teatral del autor suizo Friedrich Dürrenmatt.  El evento de factura artística hondureña tuvo lugar en el Teatro Nacional de San José. Habíamos estado pendientes de esta presentación desde que comenzó a anunciarse desde hace ya algún tiempo. El montaje es una bien lograda adaptación de la obra del suizo Dürremant, mundialmente célebre ya en 1952 , año en que también destaca con la presentación en Alemania de “El Matrimonio del señor Mississipi”, que le daría reconocimiento mundial.

Sin duda que la obra dirigida por Tito Ochoa en la capital de San José, se llevó los aplausos del abundante público, no sólo por la actuación impecable de un elenco de enormes dotes artísticas, sino por la oportunidad que la obra en sí le da al público para reflexionar sobre temas candentes de la vida nacional e internacional. Para nosotros los hondureños y hondureñas la obra resulta de suyo provocadora y oportuna a la reflexión sobre el momento histórico que vive nuestro país. Más de un ciudadano latinoamericano es motivado a reflexionar luego de mirar esta obra, porque más allá de la anécdota está el meollo del problema planteado por “La visita de la vieja dama”: “la condición humana colocada en una situación extrema”, como se lee en el atractivo folleto explicativo distribuido a los espectadores.

Hace ya bastante tiempo que no teníamos el privilegio de mirar esta generación de actores y actrices hondureño/as presentando una obra teatral aquí en San José. Es todo un reto, sin duda,  mantener a un público exigente amenamente motivado siguiendo el desarrollo de un asunto tan mundano como la visita de una coleccionista de maridos forrada en dinero, que de repente se aparece en un pueblo localizado en medio de un territorio insignificante  con un objetivo único: comprar las conciencias de sus líderes más connotados. Y todo por su sed de venganza personal: el mundo la hizo puta, pues el mundo que pague por ello, y para eso ella tiene todo el dinero del mundo.  Al final de la obra cobran trascendencia preguntas como éstas: “¿Puede el dinero cambiar nuestra conducta? ¿Podrá cambiar el dinero mi moral, ética e ideología? “. Presentar esta obra es un reto, me imagino, pero uno que los actores y actrices dirigidos por Tito Ochoa supieron afrontar con creces, no sólo porque capturaron la total atención del público en escenas entretenidas y de gran dinamismo sino porque llegan a impactar en el momento de la crisis dramática, amén de los bien logrados fondos musicales,  efectos de sonido, iluminación…

En esta obra quedó plasmada y ratificada la sobresaliente actuación de un grupo de actores y actrices y un director que sin duda  conoce al dedillo su oficio. Me gustó, de veras, esta presentación de La visita de la Vieja Dama. Por mi mente no pasó ni por una fracción de segundo el hecho de que el papel de Hillary Zachanassian es interpretado por el actor José Luis Recinos, una gran actuación, sin duda. Y no sólo una gran actuación de todo el elenco sino una destacadísima dirección, la de Tito Ochoa. Va bien esta generación de teatristas hondureños, va bien, muy bien. De veras que fue un enorme privilegio disfrutar de esta presentación. Ojalá se repitan en Costa Rica estas presentaciones del teatro hondureño.

vos